¿Habéis expresado en alguna ocasión la popular frase de, “Quien Rompe, Paga”?, fruto aludido de la ineficaz o torpe destreza de un ajeno con muchas probabilidades de lastimar algún producto, pues bien, debería extenderse a quienes “asesoran” o gestionan servicios ofrecidos.
Esta practica es muy común en el ámbito p€olitico que se jarta de clamar auxilio a sus homónimos antagónicos ofreciendo pactos y/o alianzas para encubrir las desmedidas que no han funcionado tal y como esperaban. Quien rompe, paga, ¿no?.
Quien asume responsabilidades de planificación social no puede exigir esfuerzos ajenos para que otros carguen con el coste de su … Leer Más